lunes, 16 de abril de 2012

No tengo nada para impresionar ni por fuera ni por dentro.

Cierra los ojos. Ahora imagina tenerme a tu lado, imagina volver a cogerme la mano, imagina que vuelves a ese día en el que me echaste tanto de menos que las lágrimas abrasaron tu cara. No te duermas aún. Fantasea como hacíamos entre alcohol y humo, enséñame a guiñar el ojo como esa noche, déjate llevar y revélate ante el tiempo. Lucha por mi mirada. Y mírame luchar. Mírame subir mil escaleras hasta tocar el cielo. Mírame arrancar una estrella de ese estampado y bajarte la luna. Déjame ser yo la que te demuestre que sí que se come, que está echa de tu gominola favorita. Envuélveme en esa cursilería que nunca nos caracterizó.
Princesa.. este es tu cuento. Hoy te ha tocado llorar, pero juro que convertiré cada lágrima que derrames en un sueño cumplido. Conseguiré que en tu final feliz no haya perdices, cocinaré tu plato favorito. Pondré tu banda sonora favorita a los créditos.
Abre los ojos. (Estamos volando. No es un sueño.)

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