Es un juego sin gracia, sin ganador, un juego en el que se sientan dos jugadores, pero realmente sólo juega uno. El juego del que te mofas a las espaldas del que tira el dado. Tiene cuento e historia, pero a nadie le interesa, así que porqué contarlo.
Una vez finjiste interés por algo que decidiste no ver más. Finjiste importancia, sonreíste a la preocupación, e hiciste brillar un mundo entero, cambiando mi vida entera, soñando en melodías abiertas...
(Nunca volveré a jugar.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario