Estoy intentando buscar unas palabras que se adapten a la realidad, unas palabras capaces de describir lo que siento en este momento, capaces de hacer que mi corazón vuelva a latir, que mis ojos vuelvan a brillar de felicidad y quitar la pena. Cierro los ojos y veo angustia. Veo miedo. Rabia. Veo mi parte más agresiva a la hora de fundirme en tu mirada. Veo tu cara, la primera vez que me cogiste de la mano, la primera vez que nos sentamos y te dije que tú, sólo tú sabrías sacarme del infierno. Veo la decepción en tu mirada esa vez que no supe expresar ni supiste entender. Nos veo andando por la calle, subiéndonos a tu coche, cantando. Risas.. tantas que sólo las ganas de retroceder hacen que no pueda sonreír al escucharlas en mi cabeza. Costumbre, lealtad, pasado. Ingenuidad y creación. Soy tu creación.
Orgullo de formar parte de tu vida, temor a que te olvides de que un día lo fui. Complicidad, sentimientos y miradas. Palabras y palabras que el viento prohíbe borrar. Espadas, brazos en alto y guerras, poemas... Arrepentimiento, dolor, más dolor, muerte en vida.
Nunca me fui de tu lado, nunca me iré. Te pase lo que te pase, tenga que correr kilómetros y kilómetros, saltar vallas, tragarme sueños: Lo haré por tí.
Porque tú has hecho de mí quién soy, tú haces que mi subconsciente me quiera retener a tu lado. Tú has hecho que toda mi vida gire entorno a una sola sonrisa y a un sólo gesto. Que veranos, inviernos y primaveras, parques y vacaciones, se centrasen en el deseo de toparme casualmente contigo. Me has visto crecer fisicamente y has conseguido que crezca mentalmente. Has sido todo, todo, todo y más. Hemos jugado, nos hemos aburrido de tirar. Un día después ya estábamos echando de menos seducirnos visualmente en un mismo reto.
Y no importa cuántas drogas, cuántos números ni collejas. Cuántas paradas cardíacas y taquicardias. No importa que diga que siempre estaré aquí porque siempre será siempre medido por el tiempo: lo nuestro nunca podrá ser medido, ni catalogado, ni descrito, ni coloreado.
Son palabras sin final porque nunca tendremos tal cosa. Porque nos hemos dado tanto que el infinito parece un burdo signo.
Palabras a parte: Eres.
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