"Carpe Diem" me dijiste hace un par de días.
Pero antes, quiero que me recuerdes, que te des por aludida cada vez que haya logrado algo, que te des cuenta de que eres una parte fundamental de mi formación como persona. Y esta es mi despedida, y esta es mi manera de decirte que siempre estaré a tu lado, (que siempre te amaré).
Hola! me llamo (x) tengo (x) años, vengo de Madrid y soy bollera. (Breve introducción por si lees
esta carta en unos años y no te acuerdas de mí). Bueno, antes que nada,
gracias. Y esta vez, no sólo quiero agradecerte que me escuches, que me apoyes,
que me perdones cuando la lío, que me soportes y que te preocupes por mí.
(Visto así, eres una santa..) Quiero agradecerte que me hayas enseñado tanto.
Quitando lo “insensible” que eres, a mí me has enseñado justo lo contrario de
la vida, me has puesto los pies en el suelo haciendo que me de cuenta de qué es
lo importante: ser feliz.
Un día me dijsite que tú
no crees que hayas hecho tanto por mí como yo siempre insinúo, y puede que sea
así. Pero, es que ya no es sólo lo que hayas hecho tú intencionadamente,
simplemente fuiste el ejemplo a seguir que decidí tomar un día. Es muy fácil
hablar sin tener ni idea, dar opiniones sobre temas que realmente nunca has
vivido. Es fácil criticar y criticar, en vez de ser empático y situarte en el
lugar del otro para valorar una situación. De alguna manera tú me has enseñado
a pensar, a razonar lo que digo, y no poner en mi boca lo que digan los de
arriba.
También me dijiste que
estabas segura que si no hubiese pasado lo de (x), yo sería una más de
las que vuelven a los 5 años con “la capa de pote y su carrera en ADE”. La
parte positiva de sufrir injustamente es que siempre te enseña, te ayuda a
valorar y tomar decisiones que puedan hacer que ese sufrimiento sea olvidado. Y
al decir valorar, me refiero a la gente que hay a mi alrededor, a los que están
ahí siempre, a los que se cabrean cuando meto la pata, se decepcionan cuando no
soy capaz de mirar a los ojos al pedir perdón y se alegran por mí cuando decido
contar algo que me ha quemado por dentro mucho tiempo. Si hay algo de lo que estoy
segura, es que si no hubiese sido tu ayuda, yo sería una persona muy diferente
en muchos aspectos. Sería todo lo que odio de (x), todas esas opciones
de caminos que hoy sería incapaz de ver como correctos. Todos tenemos algo de
hipocresía, somos egoístas e injustos muchas veces, pero tú de alguna manera
has sabido encontrar un equilibrio en estos aspectos. Es admirable, enserio.
Bueno hace un mes te
conté mi “gran secreto”. Después de hacerme la misteriosa como siempre dices,
decidí contarte lo que más daño me va a hacer el día de mañana, mi excusa
perfecta para huir de un mundillo en el que no quiero vivir, y lo que más
libertad me va a dar para hacerlo. Si te soy sincera, desde que lo acepté supe
que eras una de las primeras personas a la que se lo iba a contar. Siempre me
has aportado muchísima confianza, y eres una de las razones por las que me da
mucha pena que se acabe ya esta etapa de mi vida. Si es que no sé que hubiese
hecho sin ti estos últimos cuatro años, ¡qué hubiese sido de mí! Entre mi
vagancia y la especie de guerra que me rodeaba, incapaz de comprender que yo
quería ser neutral, si no hubieses estado ahí para ayudarme, esta situación me
hubiese superado hace mucho.
Me voy a (x) a
estudiar una carrera que me vuelve loca, a vivir los mejores cuatro años de mi
vida. (Con monjas, pero los mejores.) Y bueno, creo que toca decirte que te voy
a echar mucho de menos, que pese a que no me guste reconocerlo te quiero mucho,
y espero que no te olvides de mí.
And I, will always love you.
No hay comentarios:
Publicar un comentario