viernes, 24 de febrero de 2012

You didn't mean to love me (but we know you did)

Días, horas minutos. Tiempo. Ciudades, países. Lugares. El poder de dos miradas y su capacidad para parar el tiempo. No importa cómo se llamen, ni porqué empezó todo. Importa que eran dos, unidas en un sólo y mismo corazón. Y es el poder de eso que llaman amor, ese sentimiento tan brutal que es capaz de arroyar todo lo que se le aparezca por delante. Como un maremoto, como un terremoto. Como ese temblor de piernas al verse, ese corazón que parece querer saltar del pecho y volar a sus manos. Jurar no querer marcharse, y sin palabras, sólo con latidos, llevarle hacia los labios de su antigua dueña. Porque ni el mejor poeta es capaz de describir lo que pasa dentro de nosotros al besar a la persona que amamos, ni el mejor filósofo comprenderá nunca la belleza de este momento. Ni un médico, ni un profesor, será capaz ni de curar ni de enseñar tanto en tan poco.
Y se entrelazan las promesas, las manos, sus cuerpos. Dos miradas que se buscarán mutuamente con ganas de refugio, y el techo bajo el que se sostiene el miedo de todo humano. Porque si hay que reconocer algo.. es que gracias al amor podemos sentirnos alguien alguna vez. Gracias al amor luchamos, maduramos, nos formamos. Y gracias a él.. vivimos.

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