jueves, 17 de febrero de 2011

1977

''¿Quieres ver el mundo? Mira, está debajo de tus pies.''
El número de veces que le dirías a tu hermana que la quieres, los miles de abrazos que te dio tu mejor amiga al descubrir esa lágrima recorriendo tu cara. La desesperación del saber que los dedos de una mano son demasiados para contar sus abrazos.
Que me rebienten los oídos y las lágrimas me abrasen la cara. Que me quede sin cuerpo y que el tiempo que he perdido se lleve toda esa puta confianza que tanto jurabas. No voy a prometerme que te querré menos la próxima vez que te sienta dentro, ni voy a crearme falsas esperanzas ni ánimos, más que nada, porque sé que siempre serás mi ley de vida. Y supongo que nunca fuiste capaz de mostrar un ligero interés en abrir los ojos y ver lo que hay, porque mira que te lo he puesto fácil eh..
Nunca fui princesa de ningún cuento, ni pedí tocar la luna todas las noches. Es fácil sonreirme cuando te digo cómo realmente nada de lo que me inculcaron desde pequeña es real, y abrazar con compasión a aquella niña rara que nunca tuvo nada, que todo lo que tuvo fue falso. Todo material, mucho dinero y poco cariÑo, tanta puta avaricia y no ser capaz de darle ni media caricia a una cara destrozada porque su vida se le ha caído en trozos. Tanto material y tan poco de ese amor indispensable..
No te voy a decir lo mucho que te quiero, ni el aprecio que te tengo. Me callaré mil veces antes de enfadarme contigo sin motivos, porque supongo que nunca me prometiste nada ¿no?. No encuentro sentido a ninguna de las tantas palabras que estoy escribiendo, sólo sé que están repletas de mentiras enlagrimadas, rodeadas de incomprensión, y que estoy profundamente (falta texto.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario