
Hazme caso, acepta la apuesta. Disfruta. Échame de menos.
No quiero separarme de tí, pero sí que pienso que un mes lejos nos vendrá genial. Yo me arriesgo a que te olvides de mí, de mi apoyo, de lo mucho que nos reímos. Me arriesgo a olvidar tu risa. Tú te arriesgas a que me de cuenta de que te quiero cada día más y no pueda dejarte marchar nunca.
No te resistas, vamos a ver cómo es capaz de jugárnosla el destino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario